La medida entrará en vigor el próximo lunes 12 de julio y finalizará el 22 de agosto, período que abarca la cita bajo los cinco aros.
Además de Tokio, por ese mismo tiempo se prolonga la situación de emergencia en la isla de Okinawa, y en las prefecturas de Osaka, Saitama, Kanagawa y Chiba se extiende el régimen de restricciones sanitarias reforzadas.
‘Les ofrezco mis disculpas más profundas por tener que volver a decretar un estado de emergencia tan solo tres semanas después de levantar el anterior’, afirmó Suga en una conferencia de prensa, transmitida por la cadena nipona NHK.
Durante el tiempo que dure el decreto se restringirá la venta de productos alcohólicos y se prohibirá el karaoke en los restaurantes y bares.
Las autoridades japonesas también exhortaron a los ciudadanos a abstenerse de viajes entre las regiones durante las vacaciones de verano y las celebraciones tradicionales del Obon, estas últimas caracterizadas por las visitas de la población a las tumbas de sus antepasados y a otras prefecturas.
Según el primer ministro japonés, si mejora la situación en los hospitales y la vacunación surte un efecto visible, el estado de emergencia se podría levantar antes.
La decisión del gobierno nipón intenta frenar el alza de contagios del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la pandemia, con 920 casos de infectados reportados el miércoles en esta capital, el máximo desde mediados de mayo pasado.
Por decimoctavo día consecutivo la cantidad de nuevos positivos supera la de la misma jornada de la semana anterior.
La agencia Kyodo comunicó este jueves que los organizadores de las Olimpiadas decidieron celebrar las competiciones en Tokio, Saitama, Chiba y Kanagawa sin espectadores.
El presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, llegó hoy a Japón y pretende sostener reuniones telemáticas y presenciales con los responsables de la magna justa deportiva para analizar, entre otros temas, la política a seguir con respecto a la asistencia del público.
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