De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, una elevada presión producirá una nueva ola de calor a inicios de la semana, cuando los termómetros podrían otra vez marcar récords.
Las autoridades emitieron advertencia por causa del clima para gran parte de California, Nevada, Arizona y Utah, donde toda la población está en riesgo, no solo los ancianos.
Entretanto, el embalse más grande del país, el lago Mead, cerca de Las Vegas, que suministra agua a esos estados y también a México, está al 35 por ciento de su capacidad total, mientras que la laguna Powell presenta una cantidad similar, lo cual pone en peligro la generación de energía.
Además, los dos mayores embalses de California, el Shasta y el Oroville, se encuentran al 37 y al 31 por ciento de sus capacidades totales, respectivamente, y continuarán descendiendo durante el verano.
Jay Lund, profesor y experto en recursos hídricos de la Universidad de California, dijo al diario Washington Post que el impacto de la sequía se verá reflejado en la producción de energía hidroeléctrica, la agricultura, la pesca y el sector residencial.
Expertos aseguran que el cambio climático provoca el alza de los termómetros a extremos récords cada vez más frecuentes y en los próximos meses se mantendrá igual.
En el parque nacional del Valle de la Muerte, que se extiende entre California y Nevada, el Servicio Meteorológico Nacional registró 54 grados Celsius el pasado viernes, solo cuatro grados por debajo de la temperatura más alta del planeta, reportó la cadena CBS.
Esta nueva ola de calor llega pocas semanas después de otra que azotó el oeste de Estados Unidos y Canadá a fines de junio, cuando causó cientos de muertes en ambos países.
Precisamente el mes anterior ha sido históricamente el más caluroso en América del Norte, de acuerdo con datos publicados por el servicio de monitoreo climático de la Unión Europea.
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