Algo que ya, dijo, estamos observando en nuestras campañas con la proliferación de almacenes para logística y comercio electrónico’.
El principal directivo de Legambiente, la organización ambientalista más extendida en Italia, instó a la aprobación de una ley contra el consumo de tierras, una reforma impostergable esperada ‘durante demasiados años’ y prevista en el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia del gobierno.
El suelo es fundamental para la transición ecológica, apuntó y añadió que debe introducirse una protección especial para los suelos intactos, ya sean bosques, pastos o humedales, porque como se sabe ‘ellos son los depósitos de carbono orgánico y biodiversidad más preciados de nuestro país’, expresó.
Ciafani intervino a propósito de la publicación de un estudio del Instituto Superior de Investigación y Protección Ambiental (Ispra) el cual reveló un crecimiento entre 2019-2020, pese a la pandemia, en el consumo de tierras en el Área Metropolitana de Milán y el municipio de Roma.
La investigación, conectada con el proyecto europeo Soil4life resaltó las más de 123 hectáreas perdidas en esta capital en ese lapso, mientras en la ciudad industrial italiana en igual período fueron impermeabilizadas 93,54 hectáreas de terreno.
La indagación del Ispra junto a otras organizaciones italianas liderada por Legambiente busca promover el uso sostenible del suelo como recurso estratégico y no renovable.
Asimismo, entre 2006 y 2020 en la capital de la región lombarda fueron consumidas más de dos mil 153,2 hectáreas de tierra y en Roma capital más de dos mil 23,66; con una diferencia entre ambas de poco menos de 130 hectáreas, destacó la organización en un comunicado.
Comparó, además, el texto que en general el porcentaje de tierra ahora perdido en el municipio de Roma es igual al 24 por ciento del total con un consumo per cápita de 108 metros cuadrados por habitante; en tanto en la ciudad norteña el porcentaje descendió a 32 por ciento.
La elección de la comparación entre esos territorios se basa en que ambos son muy diferentes, con una historia diferente y con diferentes fronteras administrativas; Milán es mucho más pequeña que Roma, tanto en superficie como en población.
En los dos municipios los porcentajes de superficies consumidas son muy diversos (Milán 58 por ciento y Roma 23,5 por ciento) apuntó el estudio y advirtió que el poco suelo natural que queda en Milán (municipio) ‘debe protegerse cuidadosamente».
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