Tras visitar los barrios jerosolimitanos de Isawiya y Silwan, poblados en su gran mayoría por palestinos, la funcionaria criticó en su cuenta en Twitter los ‘asentamientos y otras políticas israelíes’ en la zona.
La estrategia de las autoridades de Tel Aviv hace imposible a los palestinos vivir de forma segura en sus propios hogares, afirmó.
Tras ocupar la zona oriental de Jerusalén en 1967, el Estado judío declaró 14 años después a esa urbe como su capital eterna e indivisible, postura rechazada por la comunidad internacional y resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Desde entonces los palestinos han denunciado los intentos de Israel de judaizar la metrópoli mediante la colonización y expulsión de los árabes.
La pasada semana Hastings exigió a Tel Aviv el cese del bloqueo a la Franja de Gaza para intentar resolver la grave crisis humanitaria que enfrenta ese territorio.
Aseguró que la satisfacción de las necesidades humanitarias, incluida la reanudación de los servicios básicos de agua, salud y saneamiento, y el proceso de reconstrucción no pueden avanzar sin la entrada de una amplia gama de suministros.
Un informe del Banco Mundial cifró en 570 millones de dólares el valor de las pérdidas en la franja de Gaza como consecuencia de la agresión israelí en mayo último, que causó más de 250 muertos.
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