En la apertura del foro, el canciller Téte António aseguró que el desarrollo de la rama agroindustrial constituye una de las prioridades del ejecutivo, a fin de incrementar el aporte del sector al Producto Interno Bruto y a la necesaria diversificación de la economía interna.
El jefe de la diplomacia angoleña recordó que las actividades del campo constituyen la base sustentación de numerosas familias en el país, afectada también por la pandemia de la Covid-19.
Hoy más que nunca, opinó, se impone una mayor concertación política y la adopción de un programa común para la seguridad alimentaria en el marco de la CPLP, con vistas a la creación de sistemas agroalimentarios sustentables que permitan combatir el hambre y los efectos del cambio climático.
Según opinó, un acuerdo sobre movilidad entre los estados miembros del bloque podría favorecer no solo el tránsito de personas y mercancías, sino también estimular las inversiones agrícolas.
Los intercambios del Cosan ayudaron a perfilar la postura de la CPLP de cara a la próxima cumbre mundial sobre los sistemas alimentarios, prevista por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para septiembre de este año.
Un reciente informe de ONU advirtió que en 2020 la desnutrición alcanzó a 811 millones de personas, mientras el 30 por ciento de la población del mundial careció de acceso a una alimentación adecuada.
La sesión del Cosan en Luanda formó parte de los eventos asociados a la XIII Conferencia de jefes de Estado y de Gobierno de la CPLP, iniciada el pasado lunes por los intercambios a nivel técnico.
Mañana sesionará aquí el Consejo de Ministros de la organización y el sábado finalizará la cita con la reunión de los mandatarios, durante la cual Angola asumirá la presidencia pro tempore de la asociación para un mandato de dos años.
jcm/mjm