Arabia Saudita pudiera tener en la península itálica un excelente aliado para asumir la competición, cita que ya pretende la candidatura conjunta de Inglaterra e Irlanda del Norte.
De esta forma el Mundial de fútbol volvería al continente asiático, luego de que en 2002 Corea del Sur y Japón fueran anfitriones de la edición donde Brasil logró su quinto título.
El principal problema que afrontan los árabes es la infraestructura para un evento de esta magnitud y los italianos serían el complemento perfecto en este caso.
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