El foco de la dolencia se identificó en un mercado artesanal, indicó el Ministerio de Salud federal, mientras que el comisario estadual de esa cartera, Emmanuel Obi, ordenó una intervención asistencial urgente.
‘Los enfermos identificados dentro de la zona fueron evacuados de manera inmediata y segura al hospital universitario y están recibiendo tratamiento, mientras se imparte educación sanitaria sobre prácticas seguras e higiénicas a los habitantes del mercado’, afirmó el funcionario.
Según un comunicado publicado en el diario Premium Times, la vigilancia, el rastreo de contactos y la evaluación de riesgos comenzó en el mercado y sus alrededores, y este sábado se activaría el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud del estado de Enugu para responder al brote.
Esa enfermedad de tipo bacteriana generalmente se propaga por el uso e ingestión de agua contaminada y causa diarreas intensas hasta la deshidratación, es una dolencia que de no tratarse con celeridad puede ser mortal, incluso en personas consideradas previamente sanas.
Su primer brote documentado fue en 1817, en el sudeste asiático, pero en 1961 el mundo se enfrentó a lo que se conoció como la séptima pandemia de ese mal sobre el cual sobresalen preocupaciones por las cepas que circulan en África, que con anterioridad se desconocían.
Para estudiosos de la arquitectura socio-económica del continente, la dolencia es un indicador de pobreza, pues su portador —el vibrio cholerae— aunque muchas veces se enmascara en pacientes en forma asintomática, es frecuente donde no existen redes de saneamiento higiénico-sanitarias que posibiliten el consumo de agua de calidad.
El meridional territorio de Enugu fue escenario en noviembre del año pasado de un presunto brote de fiebre de Lassa, una infección hemorrágica trasmitida por contacto con excremento de animales o fluidos de enfermos, que mató a medio centenar de personas.
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