El director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus, propuso llevar a cabo más investigaciones en mercados de Wuhan, la ciudad pionera del coronavirus causante de la Covid-19, convertida en pandemia hace ya 16 meses.
Al presentar los próximos pasos a dar para avanzar en esas investigaciones, el funcionario enumeró varias prioridades: estudios integrados de humanos, vida silvestre, animales en cautiverio y de granja, y el medio ambiente.
A estos se suman estudios de mercados de animales en Wuhan y sus alrededores, así como auditorías de los laboratorios e instituciones de investigación pertinentes que operan en el área de los casos humanos iniciales identificados en diciembre de 2019.
Sugirió además que la investigación debería ‘priorizar las áreas geográficas con la indicación más temprana de circulación del SARS-CoV-2 y las áreas vecinas donde se han encontrado otros coronavirus relacionados con el SARS en reservorios no humanos.
Advirtió en otro momento de sus explicaciones a no politizar el proceso de investigación. Encontrar los orígenes de este virus es un ejercicio científico que debe mantenerse libre de política, dijo.
Encontrar de dónde vino este virus es esencial no solo para comprender cómo comenzó la pandemia y prevenir futuros brotes, sino también como una obligación ante las familias de los cuatro millones de personas que han perdido a un ser querido y los millones que han sufrido, agregó.
Como parte de los estudios, el funcionario anunció la creación de un Grupo Asesor Científico Internacional permanente sobre los orígenes de nuevos patógenos, o SAGO, para estudiar los orígenes de nuevos patógenos con potencial epidémico o pandémico.
En enero de 2021, una misión de la OMS en China encabezó el primer análisis sobre los comienzos del virus, y hubo un ‘impulso prematuro’ para descartar la teoría de que se originara en un laboratorio cerca de Wuhan, reconoció el director de la organización sanitaria global.
Tres meses después, la OMS emitió un informe sobre la trasmisión de la Covid-19, el cual sostenía que probablemente se propagó de murciélagos a humanos, y ‘extremadamente improbable’ su origen en un laboratorio, como trató de culpar desde su aparición el gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump.
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