El principal dirigente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) intervino en la primera jornada de la reunión de ministros del Ambiente de los países miembros del G20 que sesionará hasta pasado mañana en la ciudad de Nápoles presidida por Italia.
Al referirse a la escasez de agua y la necesidad de mejorar su calidad y la de los alimentos, QU señaló que las vidas de más de mil millones de personas están gravemente limitadas por la poca disponibilidad del preciado líquido.
En ese sentido, destacó que casi mil millones de hectáreas de pastos y tierras cultivables de secano están seriamente afectadas por la sequía recurrente y más del 60 por ciento de la tierra sembrada de regadío está sometida a un estrés elevado o muy elevado por falta de agua.
Asimismo, instó al empleo de la innovación digital, así como mecanismos de gobernanza más eficaces e inversiones, al tiempo que subrayó la necesidad de impulsar los enfoques que favorezcan la biodiversidad.
Por otra parte, llamó a incrementar las inversiones en la restauración de las tierras degradas con vistas a detener la deforestación, lo cual, dijo, contribuirá a mitigar los efectos del cambio climático y reducir el riesgo de brotes de enfermedades en animales.
‘Tenemos que invertir en investigación y desarrollo a largo plazo con miras a crear la innovación y las tecnologías necesarias para producir más con menos emisiones y dentro de los límites de nuestro medio ambiente’, apuntó.
El director general pidió a los participantes en el encuentro que intensifiquen los esfuerzos conjuntos, aumenten las inversiones y trabajen más estrechamente con la FAO para lograr resultados que marquen la diferencia en el planeta.
Actualmente, la humanidad se enfrenta a una triple crisis planetaria: la pérdida de biodiversidad, la crisis climática y la repercusión de la pandemia, precisó QU quien subrayó que ‘para disponer de alimentos saludables, necesitamos un entorno saludable’.
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