El portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Babar Baloch, declaró que los crecientes ataques armados de los entes insurgentes, podrían causar un incremento de los traslados internos en este país africano y un éxodo mayor a través de sus fronteras.
Refirió, asimismo, que en los seis primeros meses de este año, unas 237 mil personas abandonaron sus hogares en este territorio, donde en el segundo semestre de 2020 se registraron 96 mil desplazamientos.
Al mostrar la gravedad de la situación migratoria, el funcionario de Acnur comunicó también que en la primera mitad del año en curso una cifra superior a los 17 mil 500 residentes locales se refugiaron en estados vecinos.
En diversas ocasiones, organizaciones humanitarias denunciaron la imposibilidad de llevar alimentos y otros bienes a poblaciones necesitadas de países como Burkina Faso, Mali y Níger por las acciones violentas de las formaciones extremistas.
Dentro de la región del Sahel, además de bandas delincuneciales, operan desde 2012 grupos radicales como el Estado Islámico y otros afiliados a la red Al-Qaeda, los cuales causaron hasta la fecha cientos de muertos y heridos.
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