Ante la gravedad de la situación, la junta regional de gobierno decretó el estado de emergencia, mientras su presidente, Christian Solinas, solicitó ayuda económica al ejecutivo nacional para la reforestación y apoyar a la población afectada.
Alrededor de siete mil 500 bomberos, guardias forestales, voluntarios, funcionarios de la Protección Civil y de la Cruz Roja participan en las labores de extinción apoyados por aviones del tipo Canadair, cuatro de ellos prestados por Francia y Grecia, junto con 13 helicópteros, señalaron fuentes oficiales citadas por varios medios.
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