En declaraciones a Prensa Latina, el activista denunció que acciones de esa naturaleza responden a la campaña de mentiras e incitación al odio promovida por el Gobierno de Estados Unidos como parte de las maniobras de desestabilización contra la nación caribeña.
Al respecto, criticó la retórica incendiaria desatada contra Cuba, causa principal de esos actos de agresión, ‘con los cuales intentan generar una opinión sobre subvertir el orden interno de la isla, insistiendo en una propaganda mentirosa’, aseveró.
García Calles precisó que la creciente actividad anticubana auspiciada por Washington estimula el ejercicio del terror contra la mayor de las Antillas, como parte de la denominada estrategia para un cambio de régimen.
Asimismo, denunció el uso desmedido de las tecnologías de la información y la comunicación para generar una cantidad inmensa de falsedades dirigidas a confundir al pueblo cubano y a la opinión pública internacional sobre la situación existente en el país.
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, confirmó el lunes que la embajada de la isla en Francia sufrió un ataque con artefactos incendiarios (cócteles molotov), de lo cual responsabilizó al Gobierno de Estados Unidos.
Rodríguez catalogó el atentado como una acción terrorista y señaló a Washington por alentar esas conductas con sus continuas campañas contra la nación caribeña.
Agregó que los continuos llamados a la violencia desde el país norteamericano, con completa impunidad, son un estímulo para que se produzcan esos hechos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba también denunció manifestaciones de asedio contra su sede diplomática en la capital estadounidense, la misma que el pasado año sufrió un ataque terrorista.
A través de la red social Twitter, la Cancillería hizo referencia a carteles colocados en el perímetro de su embajada en Washington DC, muchos de los cuales contienen mensajes de odio, según muestran las imágenes compartidas en la plataforma comunicacional.
La misión cubana en territorio norteamericano resultó víctima en abril de 2020 de un atentado, sobre el cual el Gobierno estadounidense no emitió ningún comunicado de condena.
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