Según informaron lo organizadores de esta sesión abierta, la coordinadora especial adjunta para el proceso de paz en el Medio Oriente, Lynn Hastings, ofrecerá un reporte sobre el tema.
Los miembros del Consejo y los representantes de Israel y Palestina participarán en persona en la reunión, mientras que los Estados no miembros de este organismo encargado de la seguridad global presentarán sus declaraciones por escrito.
En las últimas semanas, la continua actividad expansionista de asentamientos israelíes y el desmantelamiento y confiscación de estructuras palestinas en Cisjordania disparan alarmas entre la comunidad internacional.
Tras conocer la demolición del 7 de julio de viviendas de la comunidad palestina beduina de Humsa al-Baqai’a, el experto independiente de Naciones Unidas, Michael Lynk, recalcó que como potencia ocupante, Israel tiene prohibido destruir propiedades árabes ‘a menos que sea absolutamente necesario por necesidad militar durante operaciones armadas activas’.
El secretario general de la ONU, António Guterres, en su informe del 18 de junio sobre la aplicación de la resolución 2334 del Consejo de Seguridad, señaló que los desalojos, en particular en zonas políticamente sensibles como Jerusalén Oriental, ‘pueden desencadenar tensiones y violencia peligrosas’.
Por su parte, varios miembros del Consejo han alertado que la actividad continua de construcción de asentamientos israelíes en territorio palestino ocupado socava la perspectiva de una solución de dos estados.
La creación y reconocimiento del Estado palestino es uno de los asuntos pendientes de más larga data en la ONU, si bien desde hace 70 años ya existe un Estado de Israel.
Actualmente, la mayoría de la comunidad internacional coincide en que es Tel Aviv quien debe acabar con la colonización de territorio palestino para avanzar hacia la paz, y que solo una solución biestatal podrá traer estabilidad a la región.
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