En un gran frente articulado de movimientos y partidos de oposición, los guatemaltecos pedirán, además, la renuncia de la jefa del Ministerio Público (MP), Consuelo Porras, tras la destitución el pasado viernes del jefe de la Fiscalía Especial Contra la Corrupción, Juan Francisco Sandoval, ahora en el exilio.
Los más de 60 puntos de encuentro anunciados incluyen bloqueos a carreteras en los distintos departamentos del país, y en esta capital la partida será desde el Paraninfo de la Universidad de San Carlos de Guatemala hasta la sede del MP, con paradas en el Congreso y Casa Presidencial hasta desembocar en la icónica Plaza de la Constitución.
Autoridades indígenas ancestrales llamaron la víspera a la población a apoyar el paro y salir a las calles para mostrar su rechazo al Gobierno y contra la cooptación del Estado por parte de políticos y élites económicas.
En conferencia de prensa, advirtieron que Porras y Giammattei se convirtieron en la cara pública de la corrupción, cooptación y mal manejo del Estado y la crisis sanitaria derivada de la Covid-19.
Aún en las complejas condiciones de la pandemia, pidieron a los participantes respetar las medidas de bioseguridad y salir a ejercer su derecho a protestar pacíficamente.
El pasado 24 de julio, durante una asamblea en la que estuvieron representantes de los pueblos maya, garífuna y xinca, así como de la sociedad civil y estudiantes, los dirigentes de los 48 Cantones se pronunciaron por ir al paro si Porras no presentaba su renuncia en dos días.
En opinión de analistas, la forma en que la Fiscal General actuó fue la gota que rebasó el descontento acumulado en el país en 18 meses de mandato de Giammattei.
El nuevo despertar de los guatemaltecos ocurre a solo ocho meses de las jornadas de protestas de 2020 en contra de la aprobación del presupuesto 2021 por el Congreso y la negativa del Jefe de Estado a vetarlo, a pesar del rechazo generalizado a sus partidas por recortes en educación, salud y justicia.
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