Con los de este jueves la nación indochina acumula 561 mil 30 infectados, la mayor cantidad en la región después de Indonesia, Filipinas y Malasia, mientras el total de muertes ascendió a cuatro mil 562.
Iniciada en abril y asociada a la variante Delta del SARS-CoV-2, la tercera oleada del mal es responsable del 95 por ciento de los casos y del 99 por ciento de los decesos en Tailandia.
En esta capital, epicentro de la pandemia en el país y urgida de camas hospitalarias, la Administración Metropolitana habilitó una docena de vagones de ferrocarril para alojar a partir de mañana viernes a pacientes con síntomas leves del mal.
La presión sobre los centros asistenciales es tal, que los medios de prensa locales dan cuenta casi todos los días de enfermos que mueren en sus casas porque los hospitales no pudieron admitirlos.
El 20 último el Gobierno amplió a casi todo el territorio nacional las estrictas medidas de contención de la enfermedad ya vigentes en Bangkok y otras zonas.
La decisión amenaza con malograr la recuperación económica que experimentaba el país antes del repunte de la enfermedad, después de encajar una contracción de 6,1 por ciento en 2020, la peor cifra en los últimos 22 años.
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