Con oficinas en nueve países, la ONG que defiende la libertad de expresión y el derecho a la información también denuncia los ataques de Bolsonaro a la prensa y muestra una caída en el nivel de libertad de expresión en el mundo y en Brasil, con solo 52 puntos en una escala de cero a 100.
El índice es el más bajo registrado por el gigante suramericano desde 2010, cuando comenzó a ser calculado por la organización internacional. Tal información forma parte del denominado Informe de Expresión Global 2021, con datos de 161 naciones.
Según el documento, las afirmaciones falsas o engañosas del exmilitar contribuyeron al aumento de casos por Covid-19 que hasta la fecha cobró cerca de 555 mil muertes.
Artículo 19 criticó asimismo la falta de transparencia en las cifras de la pandemia en algunos países, incluido Brasil.
‘En otros casos, la desinformación proviene de personas con cargos relevantes -incluso jefes de gobierno, como Jair Bolsonaro-, generalmente a través de cuentas personales, y no oficiales, en las redes sociales’, alerta el texto.
En este sentido menciona al expresidente de Estados Unidos Donald Trump, quien estaba en el cargo en 2020 y fue probablemente el mayor impulsor de desinformación sobre la Covid-19 en lengua inglesa. Un extracto del contenido destaca algunas líneas de Bolsonaro, como llamar al virus de gripecita, al tiempo que ‘promueve discursos antivacunas y antiaislamiento, agravando los índices de infección y provocando una crisis informativa con discursos muy polarizados’.
Desde enero de 2019, cuando asumió el cargo y aún no había pandemia, Bolsonaro hizo dos mil 187 declaraciones falsas o distorsionadas.
El problema de la desinformación no se limita a Brasil, sino que se extendió rápidamente por redes sociales y las aplicaciones de mensajería en varios rincones del planeta.
Para la ONG, lo más peligroso ‘han sido las teorías conspirativas sobre las minorías étnicas que propagan la enfermedad y el discurso del odio, traducido en discriminación y violencia en el mundo real’.
Asimismo, ‘los remedios caseros espurios para prevenir o curar el virus, y la propaganda, tanto por parte de funcionarios políticos nacionales como extranjeros’.
La investigación menciona además las 464 declaraciones públicas de Bolsonaro, sus ministros o asesores cercanos que atacan o deslegitiman a los periodistas.
En 2020 ocurrieron 254 violaciones contra reporteros y comunicadores en Brasil, de las cuales 123 fueron perpetradas por agentes públicos y 20 constituyeron casos graves, como homicidios, intentos de asesinato y amenazas de muerte, subraya Artículo 19.
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