Esa afirmación está contenida en la Declaración Final aprobada por unanimidad al término del encuentro de dos días convocado por Italia en su condición de presidente de turno del grupo integrado por los 20 países más industrializados del planeta.
Los ministros abogaron por el pleno reconocimiento e integración de la cultura y la economía creativa en los procesos y políticas de desarrollo, involucrando a todos los niveles de la sociedad, incluidas las comunidades locales, como motor y facilitador para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU.
En ese sentido, exhortaron a los gobiernos a reconocer la cultura y la creatividad como parte integrante de agendas políticas más amplias, como la cohesión social, el empleo, la innovación, la salud y el bienestar, el desarrollo social sostenible y los derechos humanos.
El documento recoge en 32 puntos las preocupaciones e ideas expresadas en un proceso previo de casi un año de discusión y análisis en cinco áreas de interés.
Entre ellas, proteger y promover la cultura y los sectores creativos, duramente golpeados por la pandemia de Covid-19, como motores para un crecimiento económico sostenible y equilibrado, al tiempo que asegurar el apoyo necesario a los trabajadores de esos ámbitos, indicaron sus organizadores.
Además, custodiar el patrimonio cultural frente a riesgos como desastres causados por fenómenos naturales, la degradación ambiental, el cambio climático, la destrucción deliberada, el saqueo y tráfico ilícito de bienes culturales; la transición digital; y la formación de personal, entre otros.
El evento fue inaugurado la víspera por el primer ministro, Mario Draghi, la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, y el titular italiano de Bienes y Actividades Culturales, Darío Franceschini, quien pronunció hoy el discurso de clausuta.
En su intervención, el ministro expresó satisfacción por los resultados y dijo que durante muchos años se hablará de este primer encuentro como un punto de partida al reconocer el valor económico de la cultura.
Obtuvimos, además, el compromiso de todos los países miembros con la creación de una fuerza para la intervención y protección del patrimonio cultural en peligro en las áreas de crisis, indicó.
Asistieron también a la cita ministerial los principales dirigentes de otras instituciones internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el Consejo de Europa, la Unión para el Mediterráneo y entidades relacionadas con museos y monumentos.
Asimismo, participaron representantes de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el delito, Interpol y la Organización Mundial de Aduanas.
ga/fgg