La entidad no gubernamental -relacionada con la protecciòn infantil- advirtió que esa situación climática pone en riesgo la vida de cientos de miles de personas en la mayor isla africana y eleva a uno de cada cuatro los pequeños en esos niveles de subalimentación en los seis distritos más afectados.
‘Muchas familias que solían depender de la agricultura ahora abandonaron sus hogares y se fueron a los pueblos cercanos, lo que ejerce presión sobre los recursos ya agotados’, lamentó Save The Children, que desplegó un equipo de trabajo en el sur del territorio malgache para ayudar a unos mil 600 núcleos afectados.
Para contrarrestar la situación se pidieron donaciones en una situación que trascurre a la sombra de la pandemia de la Covid-19.
‘Esta es una crisis olvidada y muy poco financiada, y está afectando sobre todo a los niños: no sólo les faltan los nutrientes para desarrollarse adecuadamente, sino que están faltando a la escuela debido al hambre y a la incapacidad de sus padres para pagar las tasas escolares’, declaró la directora subregional de Save the Children, Yvonne Achieng Arunga. ·
En un reciente informe, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas clasificó la situación en el sur de Madagascar como punto crítico de máxima alerta.
De los 1,1 millones de personas con escasez aguda de víveres, 28 mil corren el riesgo de morir de hambre antes de finalizar el 2021, indicó el PMA tras precisar que esa crisis la causaron años de sequía y tormentas de arena las cuales resecaron los campos agrícolas, así como las plagas.
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