El director de programas de la mencionada entidad, Manoach Presna lamentó el panorama que vive ese segmento de la sociedad, en medio de un incremento de los problemas de alimentación y salud.
En 2023 se contabilizaron 207 mil niños que vivían en Haití en régimen de servidumbre doméstica, otros 113 mil fueron desplazados a causa de la violencia de las bandas, y 500 fueron repatriados no acompañados en la frontera haitiano-dominicana, precisó el diario Haití Libre.
Han violado, secuestrado o asesinados a infantes durante los repetidos ataques de bandas armadas en varias partes del país, y el acceso al hospital es muy difícil para ellos, lamentó Presna.
Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) llamó a priorizar la seguridad de los niños en Haití, donde la violencia sigue siendo una constante.
“Instamos a todas las partes interesadas a que garanticen la protección de los niños, sea cual sea su situación. Proteger a los infantes debe ser la prioridad”, subraya un comunicado del organismo internacional divulgado recientemente aquí.
Tomen todas las medidas necesarias para evitar que se vean expuestos a acontecimientos violentos que puedan poner en peligro su seguridad y sus vidas, enfatiza el texto.
La Unicef sigue de cerca la situación y hace todo lo necesario para garantizar la continuidad de los servicios de prevención y atención a todos los niveles.
Haití lleva mucho tiempo de agitación política mezclada con pobreza, crisis sanitaria, social e institucional, aumento de las tasas de desnutrición, desastres y una violencia armada que dejó a más de tres millones de niños necesitados de ayuda humanitaria, recuerda el organismo.
Cuanto más tiempo persista esta situación –alerta la Unicef- mayor será el riesgo de que se produzcan daños físicos y mentales irreversibles en el bienestar en los infantes.
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