El pasado sábado expiró la moratoria que impedía desalojar en medio de la pandemia a quienes no pagaban alquiler y en los últimos días la Casa Blanca y el Congreso debatían sobre quién debería actuar para evitar que millones de personas quedaran sin hogar.
Este martes, la directora de los CDC, Rochelle Walensky, firmó una orden que prorroga la medida hasta el 3 de octubre para proteger las zonas de mayor transmisión de Covid-19, donde vive el 90 por ciento de la población estadounidense.
Si los condados mejoran la situación sanitaria y no experimentan una transmisión alta durante 14 días consecutivos, los inquilinos ya no estarán amparados en la medida.
De esa forma, encontraron una variante legal para mantener a las personas en sus casas luego de un fallo de la Corte Suprema que vetaba decisiones de ese tipo bajo el argumento de que el legislativo era el responsable de esas decisiones.
La aparición de la variante delta pone a las personas en mayor riesgo, especialmente a los no vacunados y este es el camino correcto para mantenerlos fuera de las aglomeraciones, dijo Walensky.
Datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos recogidos entre la última semana de junio y la primera de julio, revelan que unos 7,4 millones de inquilinos están retrasados por los pagos de la renta.
La víspera la Casa Blanca instó a los estados a utilizar los 46 mil 500 millones de dólares que el Congreso autorizó el año pasado para ayudar a los afectados.
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