Según anunció el portavoz del secretario general de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, la diplomática nigeriana destacará la necesidad de seguir ayudando a los libaneses mientras ese país atraviesa una de las peores crisis de su historia reciente.
Más de la mitad de la población allí vive ahora en la pobreza, una de cada tres personas sufre inseguridad alimentaria y casi cuatro millones corren el riesgo de no tener acceso a agua potable, recalcó el vocero.
Bajo el liderazgo del primer ministro designado Najib Mikati, Naciones Unidas espera la rápida formación de un Gobierno para implementar reformas y abordar las crisis en ese país, añadió.
La conferencia internacional en apoyo al pueblo libanés fue convocada de forma conjunta por Francia y la ONU.
De acuerdo con un nuevo reporte del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), a un año de la explosión en el principal puerto de Líbano, los traumas causados por aquella catástrofe siguen presentes en toda la población.
En una encuesta con mil 200 familias, esa entidad de ONU comprobó que los niños pertenecientes a uno de cada tres de esos núcleos muestran síntomas de angustia psicológica como resultado de la detonación.
Los adultos también experimentan fuertes traumas, apuntó el estudio, pues más de 45 por ciento de los consultados reflejaban problemas en su comportamiento de vida.
El 4 de agosto de 2020, una fuerte explosión en el puerto de Beirut provocó la muerte a 218 personas, hirió a otras seis mil 500 y destruyó las casas de unas 300 mil.
Desde entonces, Líbano también enfrenta la pandemia de la Covid-19 sumada a la peor crisis económica y financiera en décadas, que el Banco Mundial describió como la más aguda en 170 años.
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