Durante el encuentro virtual tomaron parte 33 naciones y 13 organizaciones bajo el manto del gobierno francés y de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La conferencia, la tercera después de las realizadas en agosto y diciembre del año pasado, buscan paliar las necesidades en el país de Medio Oriente después del percance que dejó más de 200 muertos y cientos de edificaciones afectadas.
A la difícil situación se sumaron afectaciones por la pandemia de Covid-19, ocasionada por el coronavirus SARS-CoV-2, ante un contexto de baja cobertura de vacunación y un colapso del sistema sanitario.
Durante la cita se reclamó avances en la investigación de los sucesos en el puerto. Entre los participantes estuvieron los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, de Estados Unidos, Joe Biden, y los jefes de exteriores de España, el estrenado José Manuel Albares, y de Alemania, Heiko Maas.
La explosión, el 4 de agosto de 2020, catalizó la renuncia del ejecutivo encabezado por el ahora primer ministro interino, Hassan Diab, y desde entonces Líbano carece de un gabinete efectivo.
Los familiares de las víctimas y los ciudadanos en general culparon de la catástrofe a la negligencia, incompetencia y corrupción de la elite política gobernante.
Averiguaciones iniciales comprobaron que los funcionarios conocían del mal cuidado de dos mil 750 toneladas de nitrato de amonio que al entrar en ignición generaron el mortal estallido.
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