Yamina mantendrá su apoyo el crecimiento y la nueva construcción de comunidades judías en Judea y Samaria (como llaman en Israel a Cisjordania), afirmó el legislador Nir Orbach durante un encuentro con miembros del asentamiento ilegal de Evyatar.
Esa política encuentra fuerte oposición entre otros dos miembros de la alianza gubernamental, la formación islamista Raam y la de izquierda Meretz.
Precisamente, el diputado Mossi Raz, del Meretz, calificó de terroristas y ladrones de tierra a quienes construyeron Evyatar.
‘Son realmente terroristas. El terrorismo significa usar la violencia. Si robas tierras, y como resultado de eso estallan violentos enfrentamientos militares y mueren personas, entonces, ¿qué palabra quieres que los llame? ‘, expresó días atrás en diálogo con Radio 103FM.
Aunque es conocido por sus posturas cercanas a los ultranacionalistas y los colonos, el primer ministro y jefe de Yamina, Naftalí Bennet, evitó hasta el momento pronunciarse sobre el tema para evitar una ruptura que favorezca a la oposición.
Sin embargo, su número dos del partido y titular del Interior, Ayelet Shaked, descartó cualquier congelamiento en la ampliación y desarrollo de las colonias judías, en claro desafío a la comunidad internacional y la ONU.
Ante algunos reportes nacionales de prensa que hablan de una pausa, la funcionaria expresó al diario conservador Makor Rishon, vinculado al sionismo religioso, que la coalición en el poder caerá si decide aplicar esa estrategia.
La variopinta alianza gubernamental incluye a partidos de extrema derecha, centro, pacifistas e islamistas, todos unidos por un denominador común: su rechazo al hasta hace poco primer ministro Netanyahu, quien pasó a dirigir la oposición en la Knesset (Parlamento).
Según datos oficiales palestinos, Israel construyó más de 31 mil viviendas en las 144 colonias ubicadas en Cisjordania y Jerusalén oriental desde 2004 y levantó otros 139 puestos de avanzada para futuros asentamientos.
En tanto, el número de colonos creció de 415 mil hace 17 años a 660 mil en 2019, pese al rechazo de la comunidad internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
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