Según informó, con la campaña de junio y julio para apoderarse de áreas rurales, los talibanes lograron importantes ganancias territoriales y desde esa posición, comienzan ya a atacar las grandes ciudades.
En ese sentido, señaló que se trata de un claro intento de ese grupo terrorista de apoderarse de los centros urbanos con la fuerza de las armas.
La jefa de la misión de Naciones Unidas en Afganistán, también destacó cómo los combates resultan especialmente severos en la localidad de Laskhar Gah.
Desde finales de julio, al menos 104 civiles murieron y otros 403 resultaron heridos allí, de acuerdo a lo registrado por dos hospitales principales.
Mientras que en Kandahar, desde el inicio de la ofensiva el 9 de julio, se reportaron más de 460 víctimas civiles, apuntó Lyons.
Ante ese panorama, los miembros de la comunidad regional e internacional deben dejar de lado sus diferencias y enviar una señal contundente por el fin de los combates y a favor de las negociaciones, en ese orden, subrayó la alta representante de la ONU.
Del mismo modo, añadió, el Consejo de Seguridad debe emitir una declaración inequívoca de que los ataques contra las ciudades deben cesar ahora y urge que los Estados Miembros contribuyan al llamamiento humanitario para Afganistán, con muy pocos fondos en estos momentos.
Este viernes, el Consejo realizó una sesión informativa y luego consultas a puertas cerradas para analizar la situación en ese país, ante la creciente amenaza terroristas y la inestabilidad.
Por su parte, las tropas estadounidenses continúan con la retirada total de ese territorio casi dos décadas después de su intervención, mientras la violencia alcanza registros sin precedentes y aumentan las víctimas civiles, destacan reportes prensa.
El movimiento talibán tomó el control de más de 50 comunidades y tiene bajo su poder 118 de los 407 distritos, mientras otros 190 se encuentran en disputa, indican medios locales.
La guerra de Estados Unidos en Afganistán comenzó en octubre de 2001, luego de los ataques a las Torres Gemelas, en Nueva York, y el inicio de la invasión anglo-norteamericana a la empobrecida nación centroasiática.
De acuerdo con analistas internacionales, la agresión de las tropas estadounidenses y de la OTAN agudizó la situación de inestabilidad política, económica y social en ese país, en el cual aumenta ahora el accionar de agrupaciones terroristas.
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