La propuesta de legislación presentada por el congresista de Texas solicita a la administración de Joe Biden imponer sanciones a los supuestos responsables del misterioso mal de salud que ahora, según ellos, afecta a ‘funcionarios estadounidenses en todo el mundo’.
Por tal motivo, el presidente deberá notificar las penalidades ‘dentro de los 60 días después de recibir información persuasiva de que un gobierno extranjero es responsable de tales ataques’.
Las alegadas afectaciones neurológicas, notificadas en 2016 por primera vez en diplomáticos estadounidenses en La Habana, han aparecido desde entonces -dicen- en varios países.
Incluso, en el mes de abril Estados Unidos informó que investiga en territorio nacional un presunto ataque con un rayo de energía, causante de lesiones cerebrales similares a lo que ellos insisten en denominar ‘síndrome de La Habana’, pese a la negativa de Cuba, avalada por estudios científicos, de cualquier vínculo con tales acciones.
Por su parte, el diario Político advirtió que Estados Unidos carece de pruebas para inculpar a Rusia o Cuba sobre esos pretendidos ataques sónicos contra sus soldados en Siria o diplomáticos en La Habana.
No existen evidencias concretas que demuestren el origen de esos ataques, subrayó el rotativo al citar al general Frank McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos.
El alto oficial opinó durante una audiencia del Comité de Servicios Armados del Senado que no ha visto ‘ninguna evidencia’ de síntomas relacionados con esos ataques en las tropas del Pentágono emplazadas en Medio Oriente.
Observadores recuerdan que el gobierno de Donald Trump (20017-2021) utilizó el argumento de los supuestos ataques sónicos en La Habana para reducir el personal diplomático en la capital cubana y arreciar el bloqueo contra la nación insular.
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