De acuerdo con la agencia Xinhua, ahora el Gobierno tiene a esos animales en la categoría de ‘casi amenazado’, pero sigue adelante con la lucha contra la caza furtiva y el contrabando de sus partes como principal vía para protegerlos.
La decisión siguió a un incremento de los antílopes de menos de 70 mil ejemplares durante las décadas de 1980 y 1990, a alrededor de 300 mil en la actualidad.
Esa especie –recordó Xinhua- se encuentra principalmente en la provincia de Qinghai y las regiones autónomas del Tíbet y uigur de Xinjiang.
Cuentan con protección estatal de primera clase en China y desempeñan un papel clave en el mantenimiento del equilibrio ecológico en la meseta de Qinghai-Tíbet, en el suroeste del país.
La nación asiática hace algunas semanas tomó una medida similar con el panda, su animal sagrado y cuya población aumentó a mil 800 ejemplares luego de un programa que implicó repoblar los bosques de bambú, su hábitat natural y principal alimento.
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