La tercera ciudad más poblada del país desde el 15 de julio desarrolla este importante programa denominado Proyecto Ismaelillo, que comenzó en una primera fase para adolescentes entre 12 y 18 años, aunque en las últimas semanas se amplió a niños nacidos desde 2018, en un proceso que en las dos primera fases beneficia a unos 600 infantes con la vacuna Abdala.
El grupo de especialistas que mira de primera instancia la calidad del proceso vacunatorio, hace énfasis en la extracción de sangre a niños voluntarios que contaron previamente con la aprobación de los padres para el estudio.
En declaraciones a la prensa local la inspectora de buenas prácticas clínicas del Centro, Diadelis Remírez expresó que además del control de las operaciones y el proceso en general, las visitas del grupo de especialistas se extenderán a farmacias que prestan servicios en este proceso, además a la Empresa Comercializadora de Medicamentos en la provincia.
Sonia Resik, investigadora principal de los estudios con Abdala en la mayor de las Antillas, aseguró justo antes del inicio del ensayo que con ‘Ismaelillo se evalúan los asuntos de seguridad e inmunogenicidad del fármaco en niños y adolescentes, resultados finales que llegarán en el mes de octubre’.
Ismaelillo, autorizado por el Cecmed toma fuerza en este territorio a 540 kilómetros de La Habana, con Abdala, un medicamento que ya mostró un nivel de eficacia del 92,28 por ciento.
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