Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) el promedio diario de contagiados con el coronavirus SARS-CoV-2 es de 125 mil, un 700 por ciento más que los enfermos reportados en junio, principalmente entre personas no inmunizadas.
Ante la situación sanitaria, marcada por la presencia en todos los estados de la catalogada como más contagiosa variante Delta, las autoridades autorizaron la aplicación de una dosis adicional de vacunas a pacientes inmunodeprimidos.
Nunca debimos llegar al lugar en que estamos hoy, dijo el director de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, en inglés), Francis Collins, quien consideró que su país falla en el combate contra la pandemia.
Las críticas a la actual administración no han hecho más que agudizarse, pues sumada la creciente dispersión de la Covid-19, el gobierno reconoce la existencia de una crisis migratoria en la frontera sur del país.
El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, admitió que la situación en el límite con México es insostenible y ‘vamos a perder’, según un audio que este viernes circuló en medios de prensa.
Un día antes Mayorkas informó durante una visita al estado de Texas que más de 212 mil migrantes arribaron en julio, lo que supone un aumento del 13 por ciento respecto a junio y la mayor cantidad en más de dos décadas.
Desde su campaña presidencial, el presidente estadounidense, Joe Biden, se comprometió a revertir la mayoría de las políticas xenófobas de su antecesor, Donald Trump (2017-2021), y sustituirlas con una estrategia más humana y ordenada.
Sin embargo, ocho meses después de su llegada al poder, el mandatario recibe críticas tanto de demócratas como de republicanos, que creen que la situación fronteriza es un lastre político para la Casa Blanca.
Por otro lado, Biden obtuvo esta semana una victoria parcial en el Congreso con la aprobación en la Cámara Alta de un proyecto de ley con apoyo bipartidista para inversiones en infraestructuras, valorado en 1,2 billones de dólares.
La iniciativa prioriza fondos para el mejoramiento de carreteras, puentes, ferrocarriles, red eléctrica y banda ancha para el acceso a Internet, entre otros que suman unos 550 mil millones de dólares en nuevos gastos.
Sin embargo, la medida enfrenta obstáculos, porque antes de entrar en vigor, deberá obtener el visto bueno de la Cámara de Representantes, donde algunos demócratas exigen aprobarla este mes o no apoyarán otro paquete de 3,5 billones de dólares para inversiones sociales, también prioritario para Biden.
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