Debido a la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 desde que se detectó el primer enfermo en el país el 3 de marzo de 2020, los hospitales debieron priorizar la atención a los contagiados por el coronavirus SARS-CoV-2 y poner en función de ello las unidades de cuidados intensivos (UCI).
El Mercurio indica que la grave situación sanitaria derivó en que una gran cantidad de profesionales de la salud tuvieran que dejar de hacer sus labores habituales y que pabellones completos de los hospitales públicos y privados fueron empleados como UCI.
Tradicionalmente, el sector público de la salud en Chile, donde se atiende la mayoría de los chilenos debido a los altos precios de la atención médica, han padecido de listas de espera interminables y datos recientes cifran en 300 mil cirugías postergadas.
Pero la pandemia también golpeó a la medicina privada y según el conservador matutino, un análisis de Clínicas de Chile, asociación que reúne a las 41 principales entidades particulares del país, señala que entre 2020 y el primer trimestre de 2021, ese sector acumula poco más de 104 mil cirugías rezagadas.
Añade que entre las operaciones quirúrgicas que encabezan el listado de las posposiciones aparecen las de extracción de amígdalas, cataratas, meniscos, vesícula y hernias.
mem/rc