El mandatario respondió así este lunes a la ola de críticas recibidas por la rápida ofensiva del movimiento talibán, que controla todo el territorio afgano, mientras los aviones estadounidenses intentaban salir lo antes posible de Kabul con el personal diplomático.
Al respecto apuntó que su administración sí tenía planes de contingencia ante una caída estrepitosa del gobierno afgano y esa estrategia está en marcha.
Además, señaló que la misión de Washington en Afganistán no era construir una nación, ni crear una democracia unida, sino prevenir un ataque terrorista en Estados Unidos y eso, en su opinión, ya se logró, aunque prometió actuar nuevamente si fuera necesario.
Los estadounidenses no van a luchar ni morir en una guerra que las propias tropas afganas no están dispuestas a luchar, manifestó el gobernante y se refirió al billón de dólares gastado para equipar y entrenar al ejército de aquella nación.
En un pronunciamiento a la nación desde la Casa Blanca, el político demócrata lamentó que los líderes afganos fueran incapaces de negociar el futuro de su país.
Este domingo, el entonces presidente, Ashraf Ghani, huyó y dejó a su país en un conflicto armado interno, cuando los talibanes entraban en la ciudad capital, mientras cientos de afganos desesperados por irse inundaron el aeropuerto de Kabul.
‘¿Cuántas generaciones más de nuestros hijos quieren que enviemos a luchar a Afganistán cuando ellos no están dispuestos a luchar? Yo tengo clara la respuesta. No repetiré los errores del pasado’, expresó el jefe de la Casa Blanca.
Ante los comentarios sobre su responsabilidad por el caos provocado en la nación invadida hace dos décadas, Biden afirmó que continuarán apoyando mediante la diplomacia y la ayuda humanitaria.
Otro de sus argumentos para justificar lo que la comunidad internacional califica de un fracaso es que, según Washington, China y Rusia preferían ver al gobierno norteño implicado eternamente en un conflicto al cual destinaron millonarios fondos.
Sé que mi decisión será criticada, pero prefiero eso a pasar el problema a otro presidente, ‘es la decisión correcta para Estados Unidos’, concluyó Biden su intervención y abandonó el salón sin responder preguntas de la prensa.
Expertos confirmaron que la embestida de los talibanes representa la derrota militar de Estados Unidos, que en vez de democracia y paz, deja como legado a los afganos miles de civiles muertos y desplazados, así como un país en caos, inseguro, inestable y lleno de incertidumbre.
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