Trudeau, que se encontraba en la provincia de Ontario en un acto de campaña con vistas a los comicios federales de septiembre, dijo a la prensa que los insurgentes ‘tomaron el poder por la fuerza’.
El gobernante confirmó que los diplomáticos canadienses ya abandonaron Kabul y dijo que un total de nueve vuelos arribaron al territorio canadienses en las últimas semanas, uno de ellos ayer en la noche.
Pidió a los talibanes garantizar la libre circulación de personas para llegar al aeropuerto de la capital afgana y ser evacuadas, un proceso complejo en medio de las escenas de caos de los últimos días.
Hasta ahora, más de 800 traductores, asesores culturales, conductores y otros colaboradores afganos y sus familias se encuentran refugiados en esta nación bajo un programa especial bajo el cual concederán asilo a 20 mil ciudadanos del país centroasiático.
Justo cuando Estados Unidos comenzó el repliegue de sus efectivos en Afganistán después de dos décadas de guerra, -en la cual los canadienses estuvieron presentes durante los primeros 12 años- los talibanes se apoderaron de la capital del país y de prácticamente todo el territorio.
Diversas voces coinciden en que la embestida rebelde representa la derrota militar de Estados Unidos, que gastó en su supuesta cruzada contra el terrorismo tras los ataques del 11 de septiembre miles de millones de dólares anuales del contribuyente estadounidense.
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