La decisión de esas dos naciones de mantener sus fronteras abiertas fue la correcta, porque les permitió sostener la demanda, y estimamos que América Latina y el Caribe, como un todo, regresará a sus niveles de 2019 en el segundo semestre de 2023, señaló José Ricardo Botelho, director ejecutivo de ALTA.
Sin embargo, la industria aérea latinoamericana todavía enfrenta varios retos, principalmente la homologación de los procedimientos y regulaciones entre los diversos gobiernos y la aceptación de todas las vacunas contra la Covid-19, añadió el directivo.
La región perdió 350 millones de pasajeros entre abril de 2020 y junio de 2021, de acuerdo con datos de ALTA, asimismo, enfrentó en 2020 una pérdida del 80 por ciento en los ingresos operativos y en lo que va de 2021 tuvieron una caída del 20,4 por ciento, en comparación con los niveles prepandémicos.
En diciembre del pasado año América Latina y el Caribe perdió el 61 por ciento de las rutas que tenía en 2019, y para julio de 2021 todavía tenía un 31 por ciento menos de conexiones directas.
Pese a esas cifras negativas, el director ejecutivo de ALTA auguró un incremento importante en la demanda de viajes al interior de Latinoamérica, por el avance de las campañas de vacunación y por lograr que la industria aérea no sea un vector de propagación de la Covid-19, indicó.
Botelho destacó que en la región tres aerolíneas dejaron atrás las pérdidas trimestrales, dos mexicanas, Volaris y Viva Aerobus, y la panameña Copa Airlines, las cuales reportaron ingresos operativos entre abril y junio, sin embargo, la gran mayoría continúa con pérdidas netas, como Aeroméxico, LATAM, Avianca, GOL y Azul.
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