Según el comunicado emitido por el gobierno británico al término de una reunión virtual convocada por el Reino Unido en su capacidad de presidente temporal del bloque, también se pidió a los insurgentes islámicos garantizar la salida segura de los extranjeros y ciudadanos afganos que deseen abandonar esa nación.
El G7 (formado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) hace todo lo posible para evacuar a las personas vulnerables desde el aeropuerto de Kabul, y llama a todas las partes a seguir facilitando eso, señala el texto.
Tras advertir de la gravedad de la situación generada por la toma del poder del movimiento extremista islámico tras la retirada de las tropas de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, los cancilleres reafirmaron la necesidad de poner fin a la violencia y respetar los derechos humanos, incluidos los de las mujeres, niños y minorías religiosas.
Consideraron además que debe haber conversaciones inclusivas sobre el futuro de Afganistán, y pidieron garantías a las nuevas autoridades de que el país no se convertirá en el centro de una amenaza terrorista para la seguridad internacional.
El movimiento Talibán, que nunca fue derrotados totalmente durante los 20 años que duró la ocupación extranjera, comenzó a recuperar terreno tras el inicio de la retirada de las tropas el año pasado.
La salida de los militares norteamericanos y del resto de la coalición fue pactada por el entonces presidente republicano Donald Trump y los jefes del movimiento Talibán en una reunión que tuvo lugar en Doha, Qatar, en 2020, y luego respaldada por el mandatario Joe Biden.
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