En declaraciones a la prensa, la directora general de esa organización, Audrey Azoulay, aseveró que nada debe obstaculizar el acceso a la educación y abogó por eliminar todo tipo de actos discriminatorios.
La educación es fundamental e indispensable para el cumplimiento de otros derechos humanos y para el desarrollo de Afganistán, principalmente en este momento crítico. No escatimaremos esfuerzos para apoyar a todos los ciudadanos de ese país en esa área, afirmó.
Los estudiantes, docentes y todo el personal educativo deben tener acceso a entornos seguros. Las niñas y las mujeres, en particular, tienen que seguir aprendiendo y enseñando sin ninguna restricción. El futuro de Afganistán depende de ellas y no podemos perder los importantes progresos alcanzados en esa nación, añadió.
Desde 1948, este organismo presta asistencia técnica para reforzar y consolidar la enseñanza en el país asiático y logró la alfabetización de 1,2 millones de afganos, de los cuales 800 mil son mujeres.
mem/gas