Según reportes de prensa, el jefe de la diplomacia del Reino Unido estaba de vacaciones en la isla griega de Creta cuando sus asesores le aconsejaron telefonear personalmente a Atmar ante de la toma del poder por el movimiento Talibán, pero decidió delegar la tarea en un subalterno.
La oposición política en la Cámara de los Comunes de inmediato se hizo eco de la noticia publicada por el diario Daily Mail, y pidió su renuncia, pero el ministro se negó a abandonar el cargo.
En una declaración este viernes, Raab explicó que delegó la llamada, que a la postre no se realizó por el rápido deterioro de la situación, porque él estaba priorizando la seguridad y capacidad del aeropuerto de Kabul para proceder a la evacuación del personal británico y de los afganos que trabajaron con las tropas del Reino Unido durante la ocupación.
Todo el Gobierno ha estado trabajando sin descanso durante la última semana para ayudar a evacuar de Afganistán a la mayor cantidad posible de personas, aseveró.
De acuerdo con el canciller desde el lunes pasado salieron de Kabul mil 635 personas a bordo de aviones militares británicos.
El movimiento Talibán, que nunca fue derrotados totalmente durante los 20 años que duró la ocupación extranjera, comenzó a recuperar terreno tras el inicio de la retirada de las tropas el año pasado, y el domingo pasado recuperó el control del país tras la salida al exterior del presidente Ashraf Ghani.
La salida de los militares norteamericanos y del resto de la coalición fue pactada por el entonces mandatario republicano, Donald Trump, y los jefes talibanes en una reunión que tuvo lugar en Doha, Qatar, en 2020, y luego respaldada por su sucesor demócrata Joe Biden.
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