La nueva jornada de protestas fue convocada por las autoridades ancestrales del lugar en carreteras muy transitadas como Alaska, Cuatro Caminos, la salida entre Quiché y Moreira, la entrada a Xecamchavox, las Sesenta Vueltas y plaza central de Totonicapán, según reportaron fuentes de la Procuraduría de los Derechos Humanos, quienes mediaron para abrir las vías.
Los manifestantes exigieron la renuncia del presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, y de la Fiscal General, Consuelo Porras, como caras visibles de la corrupción en el país, señalaron en un comunicado divulgado la víspera.
Otras movilizaciones tuvieron lugar ayer en la capitalina Calle Martí, donde autoridades indígenas y colectivos universitarios mantuvieron varias horas cerrado el tránsito vehicular con demandas similares.
La consigna fue ‘Se ha vencido el plazo’, en referencia al tiempo dado desde el 13 de agosto a Giammattei para presentar su dimisión, al igual que a Porras.
El descontento con el Gobierno y Porras cobró fuerza el 24 de julio, cuando esta última destituyó abruptamente a Juan Francisco Sandoval, jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad y actualmente en el exilio por peligrar su vida después de que revelara irregularidades de la jefa del Ministerio Público para favorecer casos de corrupción. La jornada transcurrió con fuerte despliegue policial y tensiones provocadas por un grupo de comerciantes del mercado La Terminal, quienes llegaron al lugar con palos, tubos y machetes con la intención de disolver el bloqueo y la manifestación pacífica.
En ese sentido, el vespertino La Hora recordó que como en años anteriores, cuando los gobiernos enfrentaban el descontento popular y buscaban grupos de apoyo, ahora los vendedores de la Terminal tomaron el protagonismo en defensa del Ejecutivo.
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