Según el portal de noticias R7, Queiroga hizo alusión a que la Organización Mundial de la Salud ‘dictó una posición en el sentido de que no avancemos con la tercera dosis mientras la segunda no fuese aplicada en la mayor parte de la población mundial’.
Reconoció que existe preocupación por el número de personas que no se presentaron a recibir la segunda cantidad de la inoculación.
En total, se registran 8,5 millones de brasileños con la aplicación segunda retrasada.
‘Sabemos que la inmunización contra )la) Covid-19 es la principal arma para contener el carácter pandémico de esta enfermedad’, refirió.
Por lo tanto, remarcó, ‘es esencial, importante, que la población brasileña que tomó la primera dosis de la vacuna tome la segunda porque, solo entonces, la inmunización será completa’.
Un estudio en colaboración con la Universidad de Oxford (Reino Unido) guiará la decisión del Ministerio sobre la aplicación de la tercera dosis, comunicó Queiroga.
‘La opinión del experto es importante, pero cuando esta se refuerza con pruebas científicas de calidad resulta seguro que estamos en el buen camino’, concluyó.
En el caso del anuncio de la tercera dosis a partir de septiembre se apunta a inmunodeprimidas, es decir, personas recién trasplantadas, con cáncer, quemaduras graves, entre otros males, que recibieron la segunda porción hace al menos seis meses.
La fecha fue elegida, según el ministro, por cálculos de la cartera de que toda la población mayor de 18 años ya habrá sido vacunada con al menos la primera dosis.
El inmunizante elegido para ese refuerzo será el producido por el laboratorio estadounidense Pfizer.
Queiroga también anunció que el intervalo entre las dosis de las vacunas de Pfizer y de la empresa anglo sueca Astrazeneca disminuirá de 12 a ocho semanas, como ocurre en Reino Unido.
Brasil acumula hasta la fecha 575 mil 742 vidas perdidas y 20 millones 614 mil 866 infectados por el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
El gigante sudamericano lleva 24 días por debajo del promedio móvil diario de mil muertes, sin embargo, se mantiene como el segundo país con más decesos a causa del patógeno, detrás de Estados Unidos.
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