Según datos de la entidad gubernamental en la semana concluida el 20 de agosto las existencias de crudo mermaron en tres millones de barriles y se ubicaron en 432,6 millones de toneles, frente a la esperada contracción de 2,7 millones de barriles.
También cayeron los inventarios de gasolina en 2,2 millones de barriles, hasta totalizar 225,92 millones, cuando analistas preveían una pérdida de 1,6 millones de barriles.
Por su parte las reservas de destilados —incluidos combustible para calefacción y diesel— crecieron en 0,6 millones de barriles y totalizaron 138,46 millones de barriles, cuando se proyectaba una disminución de 0,3 millones de barriles.
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