En una rueda de prensa, el alto funcionario del Pentágono también señaló que otros 15 militares están heridos como consecuencia de las detonaciones de este jueves, provocadas por dos terroristas suicidas seguidos de hombres que abrieron fuego contra los presentes.
Desde el pasado 15 de agosto, cuando el movimiento talibán llegó a Kabul y tomó el control de Afganistán, miles de personas esperan en las afueras de la terminal aérea para ser evacuadas luego de 20 años de guerra.
Funcionarios estadounidenses creen que el Estados Islámico (EI) probablemente estuvo detrás de los hechos, pero aún no dan seguridad de quiénes son los autores, reseñan medios como CNN y NBC.
El general McKenzie dijo este jueves que son posibles nuevos ataques y trabajan para determinar quiénes son los responsables mientras continúa la salida de aviones con ciudadanos estadounidenses y colaboradores afganos.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cambió su agenda del día luego de las explosiones y retrasó para mañana viernes su encuentro con el primer ministro de Israel, Naftali Bennett.
La nación centroasiática tiene enormes desafíos luego de dos décadas de ocupación por Washington y sus aliados de la OTAN en una supuesta cruzada antiterrorista y su posterior reconquista por el movimiento talibán.
La guerra costó miles de millones de dólares al contribuyente estadounidense y casi tres mil bajas de soldados, así como la vida de 250 mil civiles afganos mientras 11 millones de personas se refugiaron fuera del país.
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