Una de ellas, denunciadora, proviene de la bancada del opositor Frente Amplio y otra del propio extitular que reocupó el escaño para el que fue elegido por el Partido Colorado en las elecciones de octubre de 2019.
El diputado frenteamplista Eduardo Antonini detalló en 15 páginas los diversos episodios protagonizados por Cardoso, ‘aparentemente reñidos con la legalidad, ética y moral’.
Incluyen acusaciones del cesado director nacional de turismo Martín Pérez sobre compras directas ‘por montos nunca antes vistos’ y una observación del Tribunal de Cuentas a la contratación de publicidad digital con una empresa de Estonia sospechosa de tener cuenta de lavado de activo en Panamá.
Consultado por la posibilidad de presentar pruebas incriminatorias ante la Justicia, Antonini contestó que por el momento una comisión conformada investigue, y sí en el caso de que arroje ilícitos o si la fiscalía ‘lo toma de oficio’.
Por su parte Cardoso solicitó formar otra comisión investigadora para clarificar las contrataciones de medios por parte del ministerio desde 2010, es decir, incluyendo dos anteriores administraciones del Frente Amplio.
Antonini observó en rueda de prensa que ‘quien se fue bajo sospecha fue Cardoso, no fueron los ministros anteriores de Turismo’ y calificó de ‘cortina de humo’ sus declaraciones.
Añadió como constante que ‘cada vez que el Gobierno es cuestionado por algo, enseguida surge la palabra Frente Amplio y la gestión anterior’ y si en un año y medio de desempeño Cardoso hubiera encontrado irregularidades previas obviamente que las hubiera denunciado’.
La precedente titular y actual senadora Lilliam Kechichian manifestó no tener ningún inconveniente en comparar con su gestión, cuando ‘profesionalizamos las compras y logramos una presencia de Uruguay en el mundo como nunca tuvimos’, aseguró.
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