Esta cifra abarca los daños provocados por acciones terroristas ocurridas desde 2011 hasta finales de 2020, apuntó la fuente, la cual también precisó que solo el valor de las pérdidas directas rondan los casi mil millones de dólares.
Asimismo, reveló que la producción nacional de electricidad disminuyó de 49 mil millones de kilovatios por hora (k/h) a 19 mil millones en 2016 como consecuencia de los ataques terroristas, y luego comenzó a aumentar hasta alcanzar 27 mil millones k/h el pasado año.
Los sabotajes provocaron la interrupción de seis centrales eléctricas en las provincias de Alepo, Damasco, Hama, Idlib y Deir Ezzor, incluso algunas sufrieron destrucción parcial y otras total como la planta de Zaizoun en Idlib, aclaró el Ministerio.
Por otro lado, destacó que la inestabilidad que reina aún en algunas zonas del país y las sanciones impuestas por Occidente obstaculizan las tareas de recuperación de este vital sector.
Siria anunció recientemente que comenzó la reconstrucción de la central termoeléctrica de Alepo, la segunda más grande de la nación árabe, y completa casi el 55 por ciento del proyecto de construcción de una planta eléctrica en la provincia costera de Latakia.
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