En tono conciliatorio Allamand leyó hoy ante los medios una declaración en la cual se señala que existe coincidencia entre ambas cancillerías ‘en cuanto a que esta diferencia debe darse resulta a través del diálogo de acuerdo a la histórica hermandad de nuestros pueblos y al derecho internacional’.
Pero puntualizó que Santiago ‘no concuerda con la cancillería argentina en que la actualización de la Carta 8 pretenda apropiarse de una parte de la plataforma continental extendida de Argentina y de un área de fondos marinos y oceánicos que son patrimonio común de la Humanidad’.
Según lo expuesto por el ministro, tal afirmación ‘contiene un error de concepto, pues nadie se apropia de lo que le pertenece’ y argumentó que la plataforma continental jurídica que llega hasta las 200 millas le pertenece a Chile en pleno derecho ‘simplemente porque tenemos la calidad de estado ribereño’.
Tras considerar improcedente escalar la controversia bilateral, opinó que corresponde abordarla a través del diálogo diplomático con la mayor armonía posible y ‘nos vamos a abstener de cualquier acción o declaración que pueda perjudicar el desarrollo de este diálogo que ya hemos concordado’.
Asimismo aseguró que en los próximos días contactará con su par argentino Felipe Solá, para concertar ‘cuál sería el procedimiento y la metodología más adecuada para iniciar las conversaciones para establecer este diálogo diplomático’.
La polémica se suscitó luego que esta semana el gobierno de Chile emitiera un decreto en el que se modifica un artículo que detalla límites de áreas jurisdiccionales marítimas para uso nacional.
Se trata de un territorio que se extiende desde Punta Puga, en la región de Los Lagos, hasta las Islas Diego Ramírez en la región de Magallanes y la Antártida, que a juicio de las autoridades del país vecino cubriría también territorios argentinos.
Según la información publicada en el Diario Oficial, el decreto modifica el artículo que comprende esas áreas y agrega las señalizaciones de ‘zona económica exclusiva’ además de ‘y límite exterior de 200 millas marinas de la Plataforma Continental’, entre otras modificaciones.
Al respecto, el gobierno argentino planteó este sábado que esa modificación superpone los límites territoriales entre ambos países, y ‘no coincide con el Tratado de Paz y Amistad celebrado entre ambos países en 1984’.
En especial, indican aquí medios locales, serían las 200 millas náuticas estipuladas por el decreto de estos límites marítimos de Chile, que van desde las islas Diego Ramírez, al sur de Cabo de Hornos, las que provocarían esta superposición de territorios y la consiguiente molestia de Buenos Aires.
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