La versión electrónica de ese rotativo precisó que la oficina de su sucesor en el cargo, Naftalí Bennett, reclamó los artículos, incluidos obsequios de los expresidentes de Estados Unidos Barack Obama y Donald Trump y el mandatario de Rusia, Vladimir Putin.
El asesor legal de la Oficina del Primer Ministro, Shlomit Barnea, escribió una carta a Netanyahu para exigir los regalos porque pertenecen al Estado judío.
Barnea enumeró 27 presentes que aún deben devolverse, incluida una caja de vidrio decorada con hojas de oro entregada por Obama cuando Netanyahu visitó la Casa Blanca y una copia de la Biblia que le dio Putin.
Netanyahu está acusado de recibir sobornos, fraude y violación de la confianza en tres casos separados
Se espera que a mediados del próximo mes la justicia reanude el proceso tras una pausa solicitada por la fiscalía.
Durante su comparecencia en abril ante el tribunal, Ilian Yeshua, el exdirector del portal de noticias de Walla, afirmó que de 2014 al 2017 Netanyahu benefició de manera ilícita los intereses comerciales del accionista principal de ese sitio, Shaul Elovitch.
A cambio, según ese testimonio, Elovitch proporcionó al entonces primer ministro y a su familia una cobertura positiva en el sitio web, e incluso le permitió dictar la política editorial de forma regular.
Recientemente el diario The Times of Israel reveló que la policía investiga la construcción de un jacuzzi pagado por el Estado en una vivienda de Netanyahu. El periódico precisó que la obra costó 50 mil séqueles (unos 15 mil dólares).
En un caso separado a los de su esposo, en 2019 Sara Netanyahu llegó a un acuerdo con la fiscalía y se declaró culpable de un delito menor para evitar ser juzgada por fraude.
Ella fue acusada de gastar de 2010 a 2013 un total de 360 mil séqueles (unos 111 mil dólares) del presupuesto de la residencia oficial para encargar comidas a proveedores externos, pese a tener cocineros a tiempo completo pagados por el Estado.
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