El mandatario subrayó este martes en un pronunciamiento desde la Casa Blanca que la ‘verdadera decisión’ respecto a Afganistán era si las tropas debían ‘retirarse o escalar’ de nuevo su implicación en el país centroasiático, ocupado por tropas estadounidenses y aliadas de la OTAN, desde 2001.
La fecha límite del 31 de agosto se impuso para salvar vidas, expresó Biden, quien enfrenta una ola de críticas y un descenso de su aprobación debido a su manejo al proceso de retirada de Afganistán, considerado por muchos caótica y apresurada, que incluso costó la vida a 13 soldados norteños.
En ese sentido, el gobernante reiteró su negativa a ‘extender una guerra eterna’ que ya costó millones de dólares a su país y provocó en todo ese tiempo la muerte de casi tres mil militares estadounidenses.
Una vez más el jefe de la Casa Blanca intentó desviar la atención de los puntos negativos y se enfocó en las evacuaciones realizadas en los últimos 17 días, cuando el ejército norteamericano facilitó la salida de cinco mil ciudadanos de ese país y 100 mil afganos.
Respecto a los estadounidenses que aún están en territorio afgano, dijo que con 100 o 200 y siguen comprometidos a sacarlos si ellos lo desean, para lo cual no existe una fecha límite.
Según Biden, Washington cumplió su misión en el país centroasiático, cuyo objetivo era aniquilar a Osama Bin Laden, líder de Al Qaeda y responsable por los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, a quien las fuerzas del Pentágono asesinaron en Pakistán en el 2011.
De esa forma, reconoció que la presencia de su ejército en aquella nación ya no tenía un propósito claro, aunque administraciones anteriores justificaron su permanencia bajo el argumento de la necesidad de lograr la supuesta estabilidad.
Además, durante su comparecencia, el presidente culpó por los fallos al gobierno afgano, que entregó el poder al movimiento Talibán sin resistencia, y a su predecesor, Donald Trump, responsable de un acuerdo firmado con el grupo insurgente el año pasado para pactar la salida definitiva de las fuerzas del Pentágono y de la OTAN.
La partida de los estadounidenses del suelo afgano concluyó la víspera después de 20 años, cuando los últimos aviones militares de la US Air Force despegaron de Kabul, pero la crisis política del mandatario norteamericano aún está en el comienzo, advirtieron los expertos.
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