Promovida por varios partidos de oposición, y coincidente con una ola de protestas populares por cambios en la Constitución, la dimisión del gobernante y la celebración de elecciones, la iniciativa parece tener pocas probabilidades de prosperar porque la coalición gubernamental tiene mayoría en la Cámara baja.
Al calentamiento de la temperatura política contribuyó un rebrote de Covid-19 alimentada por la variante delta del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad.
Si en abril el país reportaba un promedio de 60 casos diarios en agosto estuvo por encima de los 20 mil y el número de muertes se disparó.
En su defensa ante el Parlamento, el primer ministro aseguró que el Ejecutivo ‘ha gestionado los presupuestos adecuadamente durante la pandemia (…), todos los procesos han sido escrutados y vigilados por los órganos públicos pertinentes’.
El jefe de gobierno, además, repitió la promesa de que antes de concluir el año estarán vacunados contra la Covid-19 el 70 por ciento de los más de 70 millones de tailandeses.
Junto a Indonesia, Filipinas y Malasia, Tailandia es uno de los cuatro países con más de un millón de contagiados con la enfermedad.
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