En la semana concluida el 27 de agosto las existencias de crudo se contrajeron en 7,2 millones de barriles y totalizaron 425,4 millones de toneles, frente a la proyectada pérdida de 3,1 millones de barriles.
En contraste, aumentaron los inventarios de gasolina en 1,3 millones de barriles hasta situarse en 227,2 millones de toneles, cuando analistas esperaban un descenso de 1,6 millones.
Mientras, las reservas de destilados —que incluyen combustible para calefacción y diesel— mermaron en 1,7 millones de barriles y se ubicaron en 136,7 millones de barriles, cifra superior a la prevista baja de 650 mil toneles.
En ese periodo las importaciones netas de crudo en la nación norteña disminuyeron en 45 mil barriles diarios, de acuerdo con el reporte de la oficina gubernamental.
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