Fiel defensor de la identidad dentro de las sonoridades de la isla, el Caballero del Son, legó una herencia de una treintena de discos, en los cuales hizo gala de sus dotes como compositor, arreglista, pianista y director de orquesta.
Creador de agrupaciones emblemáticas del país caribeño, como Son 14 y Adalberto Álvarez y su Son; el Hijo Ilustre de la Ciudad de Camagüey, rubricó temas devenidos clásicos del pentagrama de la mayor de las Antillas, en tanto compartió micrófonos con destacadas personalidades de la escena internacional.
Precisamente, en su último CD-DVD: Son para un sonero. El concierto, aunó el talento de creadores de Cuba y otras naciones para recordar más de una quincena de temas de su discografía junto a Gilberto Santa Rosa, el Septeto Santiaguero, Frank Fernández, Lazarito Valdés, Samuel Formell, Paulo FG, Alexander Abreu, Alain Pérez, entre otros.
El Premio Nacional de Música 2008, representó a Cuba en disimiles festivales y escenarios, en los que siempre defendió el Son cubano, género por el cual luchó hasta lograr instituir un día especial en el calendario cubano para celebrarlo (8 de mayo).
Durante la primera celebración de esta jornada, Álvarez recordó la influencia de esta sonoridad como ‘padre de todos los estilos de la música popular bailable en la nación caribeña’ y su presencia indisoluble en el ADN de la isla.
Meses después de ese triunfo por el son, llegaron las últimas semanas de agosto marcadas por las muestras de cariño de admiradores y amigos, quienes a través de las redes sociales enviaron buenas energías y sus deseos de pronta recuperación, pero una neumonía provocada la Covid-19 le robó la posibilidad de continuar cosechando éxitos.
Desde la confirmación del deceso por la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, una oleada de homenajes de instituciones, conjuntos, artistas y aficionados, sobrevino en plataformas como Twitter, Facebook e Instagram, para exaltar sus aportes a la cultura de la nación caribeña.
La Unión de Escritores y Artistas de Cuba evocó su apego al son, mientras el Instituto Cubano de la Música, Casa de Las Américas, el Ministerio de Cultura, La Biblioteca Nacional José Martí, la presidencia del país y decenas de entidades recordaron su trayectoria.
Por su parte, grupos e intérpretes lamentaron su partida física y encumbraron su obra, como Van Van, Alexander Abreu y Habana de Primera, Wil Campa y la Gran Unión, Maykel Blanco y su Salsa Mayor, Eme Alfonso, entre varios.
‘Hoy deja de existir físicamente el autor contemporáneo de música cubana más versionado en el mundo, mas su legado nunca se dejará de escuchar y bailar’, apuntó el Septeto Santiaguero al compartir unas cuartetas inspiradas por el ‘maestro de los soneros’.
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