Según el presidente del Senado de Florida, Wilton Simpson, la Legislatura trabaja en la iniciativa y no hay duda de que el tema estará en su próxima sesión.
El republicano de Trilby comentó a medios locales que se está trabajando en el proyecto de ley denominado latidos del corazón.
En otros estados como Mississippi y Texas, este tipo de medida han prohibido la interrupción del embarazo a partir de las seis semanas, antes de que algunas mujeres comiencen a sospechar su gestación.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representante, Chris Sprowls (R), indicó que seguirá presionando para lograr las restricciones del aborto como lo hizo el año pasado ese órgano cuando avaló una prohibición de los llamados ‘abortos por discapacidad’.
Mientras el representante republicano Anthony Sabatini anunció que presentará una iniciativa en línea con la ley de Texas, donde una interdicción casi absoluta del aborto entró en vigor la víspera, después de que la Corte Suprema de Estados Unidos no emitiera un fallo sobre una petición de emergencia que intentaba bloquear la medida.
La ley obstaculiza los abortos desde las seis semanas de embarazo, momento en el que muchas mujeres aún desconocen que están embarazadas y no hay excepciones por motivo de violación o incesto.
También permite que cualquier persona residente en Texas pueda demandar a pacientes, trabajadores médicos o incluso a familiares o amigos de una paciente que ‘ayuden e inciten’ a malograr un embarazo. Hasta el momento no se había permitido que entrara en vigor ninguna prohibición del aborto desde las seis semanas de embarazo en Estados Unidos y los activistas en defensa de la justicia reproductiva se comprometieron a seguir luchando contra esa legislación.
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles publicó en Twitter que se trata de ‘una catástrofe racial y económica’ y ‘un ataque a gran escala contra pacientes, nuestros proveedores de servicios médicos y nuestros sistemas de apoyo’.
El presidente Joe Biden, prometió defender ‘los derechos constitucionales’ de las mujeres tras criticar la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, que cuenta con tres jueces designados por el exmandatario republicano Donald Trump.
El aborto fue reconocido como un derecho constitucional en Estados Unidos en 1973 gracias al fallo del Supremo en el caso ‘Roe contra Wade’, en el cual reconoció que una mujer puede terminar con su embarazo en los primeros seis meses de gestación, cuando el feto no puede sobrevivir fuera del útero.
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