Uruguay, por su parte, logró un valioso punto con el control que ejerció sobre su rival, sin desesperarse ni siquiera en los tramos del juego, en los cuales los rojiblancos tuvieron cercados en su fortín a los celestes.
Los locales abrieron el marcador a los 24 minutos, cuando Perú acentuaba su ofensiva sobre el pórtico de Fernando Muslera y tras un centro de pelota parada, el capitán peruano Paolo Guerrero ganó el balón en el área chica y lo pasó de cabeza a la izquierda.
Cuando parecía que no alcanzaba el balón, el mediocampista Renato Tapia, con una jugada de lujo, giró con los pies hacia arriba y, en una jugada conocida aquí como ‘chalaca’, venció la portería uruguaya.
Parecía que la ventaja entonaría a Perú y lo llevaría a superar las imprecisiones y la falta de sorpresa que caracterizaron su juego, pero solo seis minutos después, un grueso error de la defensa dejó el balón en manos de Uruguay y Giorgian Daniel de Arrascaeta, con un furibundo disparo, marcó la igualada.
De ahí en adelante los anfitriones buscaron con denuedo la victoria, sin precisión en el disparo final porque la eficiente y ordenada escuadra charrúa frenaba sus avances y recuperaba el balón.
El equipo celeste demostró también que sabe jugar sin sus astros Luis Suárez y Edinson Cavani y cambió su juego, mostrando un trabajo mayor y eficiente en el medio campo, apartándose del libreto de buscar todos el pase largo a los arietes e ídolos del balompié uruguayo para que anoten.
Con el frustrante resultado de este jueves, Perú se ubicó en penúltimo lugar con solo cinco puntos, apenas por encima de Venezuela, equipo al que recibirá el domingo próximo con la esperanza de sumar tres puntos e intentar arrancarle al menos uno a Brasil en su territorio, para mantener la esperanza en la clasificación.
Uruguay, por su parte, figura en cuarto lugar con nueve puntos y recibirá en su casa, el domingo próximo, a Bolivia y cinco días después a Ecuador.
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