‘áLo tengo! Con una mejor iluminación en el tubo de muestra, se puede ver que el núcleo de roca que recogí todavía está allí. A continuación, procesaré esta muestra y sellaré el tubo para que una futura misión lo traiga a la Tierra’, escribieron en esa red social.
Según detalló la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA), los datos de la extracción exitosa de la muestra se recibieron desde el 1 de septiembre y en las imágenes iniciales descargadas observaron un fragmento intacto presente en el tubo después de la extracción.
El sistema de muestreo y almacenamiento en caché de Perseverance utiliza un taladro de percusión giratorio y una broca hueca en el extremo de su brazo robótico, de dos metros de largo, para extraer muestras un poco más gruesas que un lápiz.
La recolección tuvo lugar en una roca del tamaño de un maletín, situada en una línea de cresta que tiene más de 900 metros de largo y contiene afloramientos rocosos y cantos rodados, explicó la NASA.
Desde julio pasado, Perseverance comenzó el análisis con sus instrumentos de las rocas y el polvo de Marte, a fin de mostrar evidencia de actividad microbiana pasada en el denominado planeta rojo.
‘Además de examinar rocas usando rayos X y luz ultravioleta, el explorador hizo zoom para obtener primeros planos de pequeños segmentos de superficies rocosas’, refirió la NASA.
Los expertos pudieron determinar que el cráter Jezero fue un lago hace miles de millones de años, lo cual lo convierte en un lugar de aterrizaje elegido para Perseverance.
Estos detalles y muchos más posibilitaron proporcionar rastros importantes sobre la formación, el flujo de agua y los entornos marcianos antiguos y potencialmente habitables, han indicado los científicos de la NASA.
Dichos datos posibilitarán tener información de los primeros días del planeta rojo, su formación y la posibilidad de encontrar evidencia de vida.
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